Diseñar un logo es un camino arduo y lleno de batallas. Con el cliente, con uno mismo, con Illustrator,… A veces parece que el camino es un callejón sin salida, pero hay mil cosas que podemos hacer para salir de esos bloqueos momentáneos.
Por eso, y porque nos hemos leído el libro de David Airey (https://www.librerias-picasso.com/libro/diseno-de-logos_651442 – recuerda, ¡compra en tu librería del barrio!), vamos a darte no 1, ni 2, ni 31,… sino 31 consejos para diseñar un logo perfecto para cada empresa.
Cómo tiene que ser un logo
Antes de empezar a enumerar consejos (¡perdón, ya vamos!), un par de pinceladas teóricas.
En primer lugar, el logo es la pasada de importante. “Mazo”, si fuera yo de Madrid. Según un estudio, los americanos ven una media de 16 000 anuncios, logos y etiquetas al día. ¡DIECISEISMIL! Por esto (y por otras muchas cosas) es tan importante que nuestra empresa tenga un logo reconocible y que transmita nuestros valores.
Por otro lado (y ya acabamos), el logo debe ser siempre: simple, relevante, perdurable, único, memorable y adaptable. Vaya, que tiene que ser fácil de dibujar, bonito y que se recuerde. ¿Una enorme M amarilla, por ejemplo?
31 consejos prácticos para diseñar un logo
1. Entrevista a tu cliente
Lo más importante para hacer un logo a un cliente es saber qué espera este de nosotros, así que lo ideal es hacerle preguntas. Muchas preguntas. Hay que saber hasta la marca de cereales favorita del cliente, si hace falta.
Con esto, nos ahorraremos sorpresas (como descubrir que hay una marca de la competencia que usa un logo parecido a nuestra propuesta) o frustraciones (presentarle al cliente algo que rechaza directamente porque no se alinea con su visión de la empresa).
2. Piensa con claridad
La claridad es clave. Pongámonos en situación: vas por la calle. ¿Cuánto dedicas a mirar un logo? ¿Un segundo? ¿Menos?
Elaborar un logo con un diseño y caligrafía claros es fundamental para la comprensión rápida del mismo, así como su recuerdo.
3. Espera lo inesperado
Lo mejor es hacer estimaciones al alza. Mejor sorprender para bien que decirle al cliente que tardaremos una semana y, por lo que sea, tardemos dos. Así que tira para arriba y haz feliz a tu cliente no solo cumpliendo plazos, sino reduciéndolos.
4. El logo no tiene que ser siempre reflejo de la actividad de la empresa
Hay muchos más elementos que se pueden transmitir en un logo, además de la actividad realizada: seriedad, colores, sensaciones,… Con lo que no es obligatorio que se sepa con un vistazo lo que la empresa realiza.
5. El símbolo no es siempre necesario
El símbolo (o isotipo, o el dibujito del logo) no hace falta siempre. Hay ocasiones en las que lo que el cliente necesita es solo una marca profesional que identifique su empresa, sin dibujitos.
6. Ofrece un detalle que recordar
Los logos buenos tienen una -y solo una- característica que hace que los mismos se recuerden fácilmente y se distingan de los demás.
Por ejemplo, los arcos de McDonalds, el mordisco de Apple o la cruz roja de… La Cruz Roja.
Si intentamos llamar la atención en más de un lugar en el logo, acabaremos por no llamar la atención.
7. Valora tu bloc como un tesoro
No hay que ser un artista (yo no sé dibujar ni un monigote), pero dibujar te ayudará en tu proceso de diseño, ya que las ideas más originales fluyen más cuando se usa boli y papel, ya que tenemos más velocidad para probar elementos y conceptos.
Así que id a Papela (si sois de Granada, si no buscad vuestra papelería favorita), compradles un cuaderno apañado y ¡a dibujar!
8. Deja las tendencias para la moda
Sí, vale, el logo no puede parecer viejo en el momento de crearlo, pero… No sigas al rebaño. La marca tiene que destacar, no seguir la moda del momento, porque seguir una moda implica quedarse atrás cuando la moda ha pasado, y no podemos estar cambiando de logo cada vez que El Corte Inglés saca una nueva línea de pantalones.
9. Los tópicos no tienen por qué ser malos
Nada, eso. Que si encuentras cómo explotarlos de manera original, ¡adelante!
10. Trabaja en blanco y negro al diseñar un logo
Los colores son preciosos, pero lo primero es definir la idea. Una vez que está hecho esto, es el momento de empezar a aplicar colores, gradientes, fuego y lo que quieras añadirle al logo.
11. Que sea relevante
Este es uno de los elementos más importantes. El logo que se diseñe tiene que tener sentido dentro del contexto en el que se aplica.
Si el cliente es una guardería, no partiremos del mismo lugar que si es un bufete de abogados, por ejemplo.
Como se nos ha ido un poco de extensión el artículo de hoy, vamos a aprovechar para partirlo (y así, pues ya tenemos dos entradas hechas en vez de una 🙃). Lo dejamos aquí, pues, de momento y, en breves, podrás entrar en la segunda parte del artículo para conocer los otros 20 consejos de diseño de logos.
¡A2!